martes, 12 de enero de 2010

EL VALOR DE LA SONRISA



No cuesta nada
pero vale mucho,
enriquece a quienes la reciben sin empobrecer a quienes la dan.
Ocurre en un abrir y cerrar de ojos
y su recuerdo dura a veces, para siempre.
Nadie es tan rico que pueda pasar sin ella
ni tan pobre para que no pueda enriquecerse con sus beneficios.

Crea la felicidad en el hogar,
alienta la buena voluntad en los negocios
y es la contraseña de los amigos.
Es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados,
sol para los tristes y el mejor antídoto contra las preocupaciones.

Pero no puede ser comprada, prestada o robada,
porque es algo que no rinde beneficio a nadie
a menos que sea brindada espontánea y gratuitamente.
Si todavía alguno de vosotr@s cree que una sonrisa no le aporta nada
¿Puedo pediros que me dejéis una vuestra?
Porque nadie necesita tanto una sonrisa
como aquel a quien no le queda ninguna que dar….

Miren 2010