jueves, 17 de febrero de 2011

LA LLUVIA


Es gracioso, pero aquel día, mientras me abrazaba a la tristeza y la soledad en la cocina, nubes negras se colaron por la ventana, volviendo el cielo gris, más y más oscuro cada vez, y entonces llegó la lluvia, una lluvia fuerte y cerrada acompañada de rayos y truenos que gritaban desde el cielo.
Salí por la puerta de atrás y me senté en la escalera del jardín. No pensaba en nada, no esperaba nada, solo estaba allí viendo la lluvia caer.
Pronto mis lágrimas se confundieron entre las gotas de lluvia, hasta tal punto que era imposible distinguir entre unas y otras. Pronto me sentí parte de aquel paisaje, como una estatua en el jardín, como parte de la misma naturaleza.
No se cuanto tiempo estuve así, solo recuerdo lágrimas y lluvia entre truenos y escalofríos, aunque mi cuerpo no se movía y mi mente seguía parada en un segundo eterno.
De repente un rayo de luz se coló entre las nubes atravesando la tormenta y todo se iluminó. Fue entonces cuando sentí tu mano en mi hombro y oí tu voz:

¿Estás bien? Preguntaste

Claro que estoy bien. Soy tan feliz cuando llueve...

domingo, 13 de febrero de 2011

MÁS ALLÁ DE UNA MIRADA


Miro al cielo y grito...
no veo nada.
Me pierdo en mis pensamientos y callo...
aun no los entiendo.
Miro el infinito y exhalo un suspiro...
añoranzas del pasado y esperanzas de futuro.

La miro, me devuelve la mirada.

No grita...
quizá porque lo ve todo.
Se pierde en sus pensamientos y calla...
porque nadie más los entiende.
Mira el infinito y parece escaparse un suspiro,
añoranzas de pasado y resignación de futuro...

La miro y de nuevo, me devuelve la mirada.